
En España se estima que un 1,6% de los niños y jóvenes estudiantes sufren bullying y que un 5,7% lo vive esporádicamente. Los datos varían en función de la fuente de la que procedan y del enfoque manejado a la hora de estudiar el fenómeno, pero una encuesta del Instituto de la Juventud (INJUVE) eleva el porcentaje de víctimas de violencia física o psicológica habitual a un 3% de los alumnos. Y afirma que un 16% de los niños y jóvenes encuestados reconoce que ha participado en exclusiones de compañeros o en agresiones psicológicas.
El Defensor del Pueblo señala que en 5% de los alumnos reconoce que algún compañero le pega, mientras el Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA) indica que un 49% de los estudiantes dice ser insultado o criticado en el colegio, y que un 13,4% confiesa haber pegado a sus compañeros.
Con estos datos podemos observar como este fenómeno está muy presente en nuestra sociedad y que al igual que en la mayoría de los hechos que suceden en nuestra sociedad se le da la espalda, aunque cada vez con menos frecuencia debido quizás a casos extremos como el de Jokin Zeberio, casos a los que no deberíamos llegar.
El tráiler de la película Bulliying, refleja con claridad el maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares, mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares, siendo los protagonistas de los casos de acoso escolar niños en proceso de entrada en la adolescencia (12-13 años).
Conforme avanza la sociedad, la violencia escolar está más presente por diversas causas, entre ellas que los modelos educativos no se encuentran bien definidos y estos son esenciales pues los adolescentes asumen y repiten conductas y si estas no son las más adecuadas pueden llevar a un adolescente a ser víctima o agresor en X situaciones. El acaso escolar pueda llevar a los adolescentes incluso a la exclusión social.
Existen distintos modelos educativos o estilos educativos, en función del que ejerzan los padres, los niños o adolescentes manifestaran una conducta y otra. Si el estilos es autoritario, los niños tendrán pocas habilidades sociales, baja autoestima y serán sumisos; si tienen un estilo permisivo, serán entusiastas y con poco control y persistencia; si llevan a cabo un modelo de protección, serán más felices, con competencias sociales y persistentes; por último el modelo negligente, tendrá como consecuencia una baja autoestima y empatía, y será muy vulnerables.
Pero el ejercer estos modelos no tiene por qué llevar a manifestar este tipo de conductas, depende de otros factores, aun así serán necesarios profesionales competentes, es decir, educadores sociales, pedagogos o psicólogos, para intentar que estos modelos no den como consecuencia un rol de víctima o de agresor en cierta situación.
Según un estudio realizado por Fuensanta C., la situación de los IES españoles muestra una realidad compleja en la que este fenómeno se da con más frecuencia entre los 10 y 13 años, siendo los chicos los agresores y las chicas las víctimas. Además advierte los tipos de bullying más utilizados, insultos y amenazas, violencia física y aislamiento social, y los lugares más frecuentes, el aula, en el recreo y por ultimo en el lugar de acceso al centro.
El bullying es un fenómeno en el que un grupo de personas acosa o maltrata física o psicológicamente a otras personas, hecho que tiene siempre consecuencias. Tanto la sociedad como la escuela evolucionan y los comportamientos y actitudes de los adolescentes para no estar limitados, normalizándose actos peligrosos.
La comunidad educativa debe participar en la intervención con los adolescentes, puesto que se lleva a cabo en el entorno escolar, haciéndose necesario la preparación del profesorado, colectivo que muestra gran preocupación por la poca o nula formación que tienen para poder actuar en estos casos.
Todo comienza con un deseo intencional y obsesivo, este se materializa en acción en la que alguien resulta dañado, produciéndose el maltrato contra una persona menos poderosa (pero siempre igual) y de modo reiterado y careciendo de justificación aparente.
Existen distintos tipos de bullying:
- Maltrato verbal: insultos, motes despectivos, estigmatización, etc. (es el más habitual).
- Intimidación psicológica: amenazas, aumentar el temor…
- Maltrato físico: peleas, romper objetos personales de la víctima, etc.
- Aislamiento social: excluir a la víctima.
- Ciberbullying: se trata de una forma, cada vez mas utilizada, para expresar el bullying fuera del colegio, debido a los avances tecnológicos, dentro de esta forma encontramos distintos tipos:
- Hostigamiento: videos, fotos, etc., que representan degradación para la víctima.
- Exclusión: no dejar que haga o participe en ciertas actividades.
- Manipulación: cambiar o modificar información de la víctima en su perjuicio.
A continuación realizamos una dinámica en la que dividimos la clase en cinco grupos, cada uno tenía adjudicado un tipo de bullying y debía representarlo de la forma más compleja y adecuada para que el resto de la clase consiguiera adivinar de qué tipo se trataba.
Tras la realización de la dinámica observamos que hemos cometido demasiados errores, por ejemplo que hemos sido demasiado explícitos, publico y numeroso, es decir, el bullying solo es numeroso cuando está muy avanzado hasta entonces no, se produce la ley del silencio, por la que la gente se activa por miedo e intimidación, con lo que al final acaban siendo también las víctimas.
Como hemos dicho con anterioridad siempre existen consecuencias, las consecuencias para el maltratado son, problemas de salud física y emocional, fobia al centro educativo, reacciones agresivas, suicidios, soledad, infelicidad, etc.
Para el maltratador, deja ver futuras conductas delictivas y violentas, por lo tanto puede que la perpetuación de conductas agresivas como única forma de relacionarse.
La comunidad escolar y social observa que la agresividad lleva al éxito social, produciéndose una desensibilización ante el problema (normalización), sensación de indefensión e incapacidad de reacción.
En cuanto a la aplicación práctica, el grupo comenta la complejidad de encontrar un caso, pues aunque se certifican, la población escolar no quiere que el tema se haga público por el dolor que ha podido causar.
Desde el plano de la prevención existe un plan de convivencia (contiene por ejemplo actividades destinadas a que los alumnos, familias, etc., cumplan una serie de normas), y un modelo establecido por la consejería de educación, que aporta unas pautas para llevar a cabo de forma adecuada el plan de convivencia; es una estrategia para prevenir el bullying.
Existe en todos los centros, pero deben ser renovados pues como hemos comentado la sociedad avanza y con ella tiene que hacerlo también el material utilizado para prevenir este tipo de casos. Además no podemos encontrar un modelo concreto, pues depende del centro educativo ya que es necesario realizar un análisis, diagnostico, etc., de los casos.
Desde el plano de la acción, existe una guía para el equipo docente en la que se establece estrategias para intervenir en este tipo de situaciones.
Las estrategias básicas de intervención son:
- Responder de forma rápida y coherente ante la agresión.
- Comunicar el caso, recabar información y planificar conjuntamente la asistencia de un caso de maltrato. Planificar actuaciones en función de la gravedad de los hechos y los implicados (personalización).
- Hablar con los implicados y su familia.
En las medidas hay que tener en cuenta la gravedad de las conductas y edades, además, están encaminadas a conseguir el arrepentimiento de los agresores y debe permitir la reflexión de los implicados.
Las estrategias educativas para la victima están dirigidas a organizar un grupo de ayuda entre iguales, realizar actividades de habilidades sociales…en cambio las estrategias dirigidas a los agresores están encaminadas a dar apoyo a las víctimas, cambio de conducta, sanciones de distinto grado, tratamiento psicológico en servicios externos a los servicios proporcionados por el centro educativo, etc.
En cuanto a la aportación de la educación social en este tema, podemos decir que la LOE y la LEA reconocen las nuevas necesidades educativas y por tanto la necesidad de otros perfiles profesionales en el ámbito educativo. Se reclaman profesionales especializados pues estos tienen competencias y formación específica de la cual carecen los profesores. Pero no se requiere la incorporación sin más de profesionales cualificados sino la actuación conjunta de ambos y una respuesta profesional global de prevención, resolución y mediación, desarrollo de programas educativos y seguimiento y acompañamiento del alumnado desadaptado. Al fin y al cabo servirán de nexo entre el centro y la familia.
Al final de la exposición teórica, visualizamos “Acoso escolar”, un video sobre este fenómeno, en el que se comenta la gravedad de las situaciones, el alto porcentaje de los casos y la rápida evolución que está siguiendo a causa de las nuevas tecnologías, además de la necesidad de reclamar que es un fenómeno social que está presente que no debemos dejarlo pasar hasta que sucedan casos como el de Jokin Zeberio.
Por último realizamos otra dinámica, para mostrar de nuevo, los conocimientos que hemos asumido durante esta exposición. Dividimos la clase en dos equipos, estos tratan de responder las preguntas relacionadas con conceptos reiterados durante la exposición. Una dinámica entretenida, pero no estamos preparados para realizarla pues las reacciones no fueron las más adecuadas. Esto mostró que los modelos de comunicación que trabajamos en el siglo XXI no son los más adecuados y si se transmiten de generación en generación suceden hechos como el que tuvo lugar en clase.
El bullying es problema de todos, debemos denunciarlo e intervenir para que estas situaciones dejen de aflorar con tanta facilidad, y no solo intervenir y trabajar en el ámbito escolar sino también en el familiar, pues las estrategias que se estén llevando a cabo en su entorno social puede que sean las que desemboquen en este fenómeno.
El Defensor del Pueblo señala que en 5% de los alumnos reconoce que algún compañero le pega, mientras el Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA) indica que un 49% de los estudiantes dice ser insultado o criticado en el colegio, y que un 13,4% confiesa haber pegado a sus compañeros.
Con estos datos podemos observar como este fenómeno está muy presente en nuestra sociedad y que al igual que en la mayoría de los hechos que suceden en nuestra sociedad se le da la espalda, aunque cada vez con menos frecuencia debido quizás a casos extremos como el de Jokin Zeberio, casos a los que no deberíamos llegar.
El tráiler de la película Bulliying, refleja con claridad el maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares, mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares, siendo los protagonistas de los casos de acoso escolar niños en proceso de entrada en la adolescencia (12-13 años).
Conforme avanza la sociedad, la violencia escolar está más presente por diversas causas, entre ellas que los modelos educativos no se encuentran bien definidos y estos son esenciales pues los adolescentes asumen y repiten conductas y si estas no son las más adecuadas pueden llevar a un adolescente a ser víctima o agresor en X situaciones. El acaso escolar pueda llevar a los adolescentes incluso a la exclusión social.
Existen distintos modelos educativos o estilos educativos, en función del que ejerzan los padres, los niños o adolescentes manifestaran una conducta y otra. Si el estilos es autoritario, los niños tendrán pocas habilidades sociales, baja autoestima y serán sumisos; si tienen un estilo permisivo, serán entusiastas y con poco control y persistencia; si llevan a cabo un modelo de protección, serán más felices, con competencias sociales y persistentes; por último el modelo negligente, tendrá como consecuencia una baja autoestima y empatía, y será muy vulnerables.
Pero el ejercer estos modelos no tiene por qué llevar a manifestar este tipo de conductas, depende de otros factores, aun así serán necesarios profesionales competentes, es decir, educadores sociales, pedagogos o psicólogos, para intentar que estos modelos no den como consecuencia un rol de víctima o de agresor en cierta situación.
Según un estudio realizado por Fuensanta C., la situación de los IES españoles muestra una realidad compleja en la que este fenómeno se da con más frecuencia entre los 10 y 13 años, siendo los chicos los agresores y las chicas las víctimas. Además advierte los tipos de bullying más utilizados, insultos y amenazas, violencia física y aislamiento social, y los lugares más frecuentes, el aula, en el recreo y por ultimo en el lugar de acceso al centro.
El bullying es un fenómeno en el que un grupo de personas acosa o maltrata física o psicológicamente a otras personas, hecho que tiene siempre consecuencias. Tanto la sociedad como la escuela evolucionan y los comportamientos y actitudes de los adolescentes para no estar limitados, normalizándose actos peligrosos.
La comunidad educativa debe participar en la intervención con los adolescentes, puesto que se lleva a cabo en el entorno escolar, haciéndose necesario la preparación del profesorado, colectivo que muestra gran preocupación por la poca o nula formación que tienen para poder actuar en estos casos.
Todo comienza con un deseo intencional y obsesivo, este se materializa en acción en la que alguien resulta dañado, produciéndose el maltrato contra una persona menos poderosa (pero siempre igual) y de modo reiterado y careciendo de justificación aparente.
Existen distintos tipos de bullying:
- Maltrato verbal: insultos, motes despectivos, estigmatización, etc. (es el más habitual).
- Intimidación psicológica: amenazas, aumentar el temor…
- Maltrato físico: peleas, romper objetos personales de la víctima, etc.
- Aislamiento social: excluir a la víctima.
- Ciberbullying: se trata de una forma, cada vez mas utilizada, para expresar el bullying fuera del colegio, debido a los avances tecnológicos, dentro de esta forma encontramos distintos tipos:
- Hostigamiento: videos, fotos, etc., que representan degradación para la víctima.
- Exclusión: no dejar que haga o participe en ciertas actividades.
- Manipulación: cambiar o modificar información de la víctima en su perjuicio.
A continuación realizamos una dinámica en la que dividimos la clase en cinco grupos, cada uno tenía adjudicado un tipo de bullying y debía representarlo de la forma más compleja y adecuada para que el resto de la clase consiguiera adivinar de qué tipo se trataba.
Tras la realización de la dinámica observamos que hemos cometido demasiados errores, por ejemplo que hemos sido demasiado explícitos, publico y numeroso, es decir, el bullying solo es numeroso cuando está muy avanzado hasta entonces no, se produce la ley del silencio, por la que la gente se activa por miedo e intimidación, con lo que al final acaban siendo también las víctimas.
Como hemos dicho con anterioridad siempre existen consecuencias, las consecuencias para el maltratado son, problemas de salud física y emocional, fobia al centro educativo, reacciones agresivas, suicidios, soledad, infelicidad, etc.
Para el maltratador, deja ver futuras conductas delictivas y violentas, por lo tanto puede que la perpetuación de conductas agresivas como única forma de relacionarse.
La comunidad escolar y social observa que la agresividad lleva al éxito social, produciéndose una desensibilización ante el problema (normalización), sensación de indefensión e incapacidad de reacción.
En cuanto a la aplicación práctica, el grupo comenta la complejidad de encontrar un caso, pues aunque se certifican, la población escolar no quiere que el tema se haga público por el dolor que ha podido causar.
Desde el plano de la prevención existe un plan de convivencia (contiene por ejemplo actividades destinadas a que los alumnos, familias, etc., cumplan una serie de normas), y un modelo establecido por la consejería de educación, que aporta unas pautas para llevar a cabo de forma adecuada el plan de convivencia; es una estrategia para prevenir el bullying.
Existe en todos los centros, pero deben ser renovados pues como hemos comentado la sociedad avanza y con ella tiene que hacerlo también el material utilizado para prevenir este tipo de casos. Además no podemos encontrar un modelo concreto, pues depende del centro educativo ya que es necesario realizar un análisis, diagnostico, etc., de los casos.
Desde el plano de la acción, existe una guía para el equipo docente en la que se establece estrategias para intervenir en este tipo de situaciones.
Las estrategias básicas de intervención son:
- Responder de forma rápida y coherente ante la agresión.
- Comunicar el caso, recabar información y planificar conjuntamente la asistencia de un caso de maltrato. Planificar actuaciones en función de la gravedad de los hechos y los implicados (personalización).
- Hablar con los implicados y su familia.
En las medidas hay que tener en cuenta la gravedad de las conductas y edades, además, están encaminadas a conseguir el arrepentimiento de los agresores y debe permitir la reflexión de los implicados.
Las estrategias educativas para la victima están dirigidas a organizar un grupo de ayuda entre iguales, realizar actividades de habilidades sociales…en cambio las estrategias dirigidas a los agresores están encaminadas a dar apoyo a las víctimas, cambio de conducta, sanciones de distinto grado, tratamiento psicológico en servicios externos a los servicios proporcionados por el centro educativo, etc.
En cuanto a la aportación de la educación social en este tema, podemos decir que la LOE y la LEA reconocen las nuevas necesidades educativas y por tanto la necesidad de otros perfiles profesionales en el ámbito educativo. Se reclaman profesionales especializados pues estos tienen competencias y formación específica de la cual carecen los profesores. Pero no se requiere la incorporación sin más de profesionales cualificados sino la actuación conjunta de ambos y una respuesta profesional global de prevención, resolución y mediación, desarrollo de programas educativos y seguimiento y acompañamiento del alumnado desadaptado. Al fin y al cabo servirán de nexo entre el centro y la familia.
Al final de la exposición teórica, visualizamos “Acoso escolar”, un video sobre este fenómeno, en el que se comenta la gravedad de las situaciones, el alto porcentaje de los casos y la rápida evolución que está siguiendo a causa de las nuevas tecnologías, además de la necesidad de reclamar que es un fenómeno social que está presente que no debemos dejarlo pasar hasta que sucedan casos como el de Jokin Zeberio.
Por último realizamos otra dinámica, para mostrar de nuevo, los conocimientos que hemos asumido durante esta exposición. Dividimos la clase en dos equipos, estos tratan de responder las preguntas relacionadas con conceptos reiterados durante la exposición. Una dinámica entretenida, pero no estamos preparados para realizarla pues las reacciones no fueron las más adecuadas. Esto mostró que los modelos de comunicación que trabajamos en el siglo XXI no son los más adecuados y si se transmiten de generación en generación suceden hechos como el que tuvo lugar en clase.
El bullying es problema de todos, debemos denunciarlo e intervenir para que estas situaciones dejen de aflorar con tanta facilidad, y no solo intervenir y trabajar en el ámbito escolar sino también en el familiar, pues las estrategias que se estén llevando a cabo en su entorno social puede que sean las que desemboquen en este fenómeno.