viernes, 21 de enero de 2011

Superando las barreras de la inteligencia

Me ha parecido un trabajo bastante interesante, pues desde nuestra carrera no enfocamos temas de este tipo. Es un tema muy llamativo, que como he podido observar requiere de nuestra figura profesional (aunque no forme parte), pues estos niños con altas capacidades les rodean una serie de circunstancias que hay que tener en cuenta.

¿Por qué personas con altas capacidades intelectuales y no, superdotados? Como bien nos han explicado, superdotado hace referencia a algo más cuantitativo, que tan solo tiene en cuenta que la persona supere un cociente de 130 puntos, es un término obsoleto. Las personas con altas capacidades intelectuales, son definidas según Renzulli, como aquellas que tienen superdotación referida a la inteligencia, a la creatividad y a la motivación, no se basan en un número, pues una persona puede tener un cociente de 128 y no ser considerada superdotada, pero actualmente afirmamos que se trata de una persona con altas capacidades.

No existe una clasificación universal de las características que definen a este colectivo, pero podemos enunciar según Pérez y Díaz las siguientes:

- Retención rápida de la información
- Facilidad de adquisición del lenguaje
- Creatividad
- Actitud activa antes las investigaciones
- Información de temas complejos
- Habilidad y rapidez para contextualizar y sintetizar
- Sentido del humor
- Constancia en la tarea
- Elevada energía (en algunos casos puedes ser diagnosticados como personas hiperactivas)
- Alta concentración
- Perfeccionismo y esfuerzo
- Independientes y seguros de sí mismos
- Autocríticos

Existen una serie de factores de riesgo que pueden llevar a la persona con altas capacidades a la exclusión social. Estas son, una visión negativa de la persona, el sistema no se adapta a los recursos que necesitan, ausencia de conciencia de grupo, inadecuación del sistema educativo, confusión en la detección (confundiéndola con hiperactividad, o incluso retraso escolar) y estereotipos y prejuicios (niños introvertidos, repelentes…).

Todos estos factores dan lugar a problemáticas muy comunes entre este tipo de persona, como son el efecto pigmaleón negativador, inadecuada atención escolar, síndrome de disincronía (mezcla de niño y adulto, lo mismo habla sobre política que al minuto te pide que juegues con ellos a algo), escasez de recursos en el medio rural (entornos con difícil acceso a los recursos que dispone la sociedad), bulling, desmotivación y aburrimiento (hecho que les lleva al fracaso escolar, aunque el porcentaje no es muy alto) y falta de habilidades sociales (pues no saben cómo relacionarse con niños de su edad, para ellos su mente corresponde a otra edad más avanzada).

Para conocer si se tratan de personas con altas capacidades se realizan una serie de test, proporcionados tanto por la administración como por las consultorías psicológicas. Estos test son tediosos, no tienen en cuenta el medio o el entorno en el que se aplican, así como otros factores de riesgo que pueden afectarles. Son necesarias otras pruebas a parte de los test, para medir otros aspectos que estos no tienen en cuenta y que son muy importantes.

En la práctica encontramos dos tipos de programas, de prevención (CADIS, Athenea, Areté) y de intervención (CADIS, ADOSSE y ASVC), además de, una serie de recursos institucionales, muy escasos pues tan solo cuentan con dos, de aceleración (el más aplicado y tradicional, se produce una modificación curricular) y de enriquecimiento (cada vez mas aplicado, con propuestas ricas y variadas; y se encuentra orientados al contenido, al proceso y al producto), aunque no todo el mundo piensa que este recurso sea el más adecuado, ya que pueden existir problemas de adaptación.

En Sevilla el movimiento asociativo tiene noventa años, básicamente ha estado impulsado por las familias de personas con altas capacidades intelectuales. El objetivo era y es fomentar una serie de recursos que escasean. Pero a pesar del impulso que estas familias le dieron a este colectivo, hasta el Real Decreto 696/1995, no se les da verdadera importancia a estas personas.

En nuestra provincia, encontramos multitud de programas como ADOSSE, CADIS, Fundación PROMETE, etc.

Lo que no encontramos tanto en Sevilla como en el resto de España (como he comentado con anterioridad), es la figura del educador social. Podríamos dividir su actuación en dos niveles, en el ámbito institucional educativo o centros de Servicios Sociales Comunitarios y en las asociaciones. La figura profesional del educador social es necesaria e importante, pero no saben cómo introducirla.

Durante toda la exposición, van intercalando imágenes acerca de la historia de Ena, una niña con altas capacidades intelectuales que no asciende de curso, debido a que el colegio no quiere, pero además, no cuenta con los recursos suficientes como para utilizar el recurso de enriquecimiento.

Ena sufre acoso escolar, con lo que podemos observar como la escuela provoca trastornos en la persona, pues pueden generar depresión, ansiedad o agresividad. Ena se aburre y no presta atención en clase, pues su nivel es superior, con una vez que le expliquen el temario tiene capacidad suficiente para entenderlo y asimilarlo, pero las explicaciones se repiten constantemente, teniendo como consecuencia que Ena no quiera realizar los deberes. Todo esto sucede porque el colegio no presta atención a por qué el niño actúa así, no tiene en cuenta las necesidades de estos.

En el caso de esta niña, a pesar de haberle realizado multitud de test de inteligencia y haber comprobado que tiene altas capacidades, el colegio no quiere pasarla de nivel con lo que la familia decide llevar el caso ante un juez. Finalmente Ena es reconocida como una niña con altas capacidades, pero hasta entonces ha sufrido multitud de complejidades y no se le ha estimulado lo suficiente en la escuela.

Por último decir que conozco a dos personas con altas capacidades, uno de ellos decidió junto con la familia no subir de nivel, pues consideraron que se le podía estimular de otra forma, teniendo en cuenta que sus amistades eran más importantes. En el otro caso, la familia si estaba de acuerdo en subirlo de nivel, y a pesar de que el colegio siempre le ha tratado muy bien y le han halagado bastante, puedo decir que aunque no ha sufrido bulling en ningún momento, tampoco consolidó ninguna amistad.

Centros de menores

Los centros de menores están cargados de estereotipos, estos se basan en una idea preconcebida, compartida por un determinado grupo de personas que llega a convertirse en una creencia olvidando que no es más que un prejuicio, pero en el caso de este tipo de centros (aunque hoy día cada vez menos) podríamos decir que los estereotipos se cumplen.

Para que conozcamos la realidad más dura de los centros de menores, nos dispusimos a ver un video; en este, una serie de personas que han estado internadas o han trabajado allí, relatan las experiencias que han tenido.

El video nos informa sobre el desconocimiento del número de centros que existen así como los menores que lo integran, además de las prácticas que se llevan a cabo en el mismo. Los diagnósticos pecan de reduccionistas, pues se estigma a los niños. Escuchamos testimonios en los que se ata a una silla a una menor durante 3 días, orinando y defecando en esta misma silla, o que se les droga durante días si se ponían agresivas, sin embargo cuando tenían dolores de cualquier tipo no se les proporcionaba ningún tipo de medicamento.

Todas las prácticas son, según nos informan, legales y necesarias, lo único que las separa de la ilegalidad es la forma en la que se llevan a cabo, pues si una menor se ha equivocado en la forma de actuar y el educador le pide que reflexione sobre la situación, y esta lo que hace es autolesionarse, es necesario utilizar las medidas de contención, pero siempre bien utilizadas, al igual que la medicación, pero se requiere una evaluación por parte de un equipo de médicos y psiquiatras, aunque no quede reflejado en el video; pues si un bebé llega con síndrome de abstinencia porque su madre ha consumido drogas durante el embarazo, será necesario la medicación al mismo. Sin embargo, algunos expertos comentan que si sometiera a su hijo a castigos físicos, lo mantuviera aislado, le medicara sin consentimiento de ningún médico, el Estado le quitaría la tutela, en cambio, a pesar del conocimiento de las practicas realizadas en estos centros, el Estado no hace nada por cambiarlas.

Podemos decir que lo ideal es que el tratamiento médico que requieren alguno de estos menores, sea sustituido poco a poco por un tratamiento social cada vez más potente; el trabajo psicosocial es muy importante, mucho más que el médico, por ello cuanto antes esté el menor adecuado a las condiciones, siendo el tratamiento médico menor, mayor será el impacto que le proporcionará el psicosocial, aunque se trabaje desde el mismo momento que el médico, si la persona no está en las mejores condiciones para captar toda la información, no será de gran utilidad.

Considero que lo peor es que no pudieran denunciar estos maltratos, pues se encontraban muy vigilados, si comentaban algo a los familiares los castigos serían peores. Hoy día, las denuncias ante estos maltratos se realizan con más facilidad, además existen más medios para poder hacerlo, así como la vigilancia a los mismos se ha incrementado, pues detrás de todo esto, existe un equipo que vela y guarda por el menor a pesar de que se encuentre en un centro d menores, con lo que si sucede alguna irregularidad es más fácil detectarla.

Nos comentan que la realidad de estos centros de menores no ha cambiado demasiado, pues la falta de profesionalidad (como en cualquier puesto de trabajo) existe, aunque en estos casos sea más grave, pues se está tratando con personas que necesitan ayuda, apoyo, motivación, para salir adelante. Esta falta de profesionalidad podemos observarla, por ejemplo, en la entrada en estos centros de gente sin titulación, solo con un físico fuerte, con el fin de poder reducir a los menores cuando fuera necesario, aunque lo peor, es que tras la reforma llevada a cabo, a estas personas sin titulación (gracias al Colegio de Educadores Sociales), se les ha convalidado el título de educadores sociales, por los años que han estado trabajando en un centro de menores; hecho que me parece muy impactante, pues esta profesión que requiere de grandes habilidades y conocimientos específicos, se le otorga cero importancia, pues se compara la experiencia de una serie de personas que se dedican a reducir a menores, con personas que se han especializado en materias para educar de la forma más adecuada, y aun así los errores serán múltiples. También impactante que la figura de una monja sea el referente del centro, la educadora principal del centro, pues está sólo está titulada en teología, que es lo más probable, no está preparada para atender a menores que han sufrido una serie de situaciones, para las que no está lista.

La estructura administrativa de los centros de menores pasa por el siguiente esquema, Consejería de Igualdad y Bienestar Social, Dirección general de Infancia y Familia y el Servicio de Protección de menores.

Legislativamente, se justifica desde al ámbito internacional, nacional y andaluza, pero de forma específica, atenderemos a las siguientes leyes: Ley 1/1998, de 20 de Abril, de los Derechos y Atención al menor en Andalucía, el Decreto 42/2002 de 12 de Febrero, sobre desamparo, tutela y guarda del menor y el Decreto 355/2003 de 16 de Diciembre, sobre acogimiento residencial de menores, con lo que podemos decir que se encuentran bastante protegidos.

Existen dos conceptos o situaciones básicas por las que un menor ingresa en un centro de menores, la situación de riesgo y de desamparo.

La situación de riesgo hace referencia a aquellas en las que existen carencias o dificultades en la atención de las necesidades básicas que los menores precisan para su correcto desarrollo físico, psíquico y social y que no requieren su separación del medio familiar.

La situación de desamparo se refiere a cualquier acción, omisión o trato negligente, no accidental, por parte de los padres, cuidadores o por instituciones, que compromete la satisfacción de las necesidades básicas del menor e impide e interfiere en su desarrollo físico, psíquico y/o social.

La diferencia entre ambas es que en la situación de riesgo el menor es sacado del contexto en el que se encuentra, mientras que en la situación de desamparo se retira al mismo, pues se está llevando a cabo una situación de maltrato.

Los centros de protección de menores se clasifican de la siguiente forma, aunque no podemos decir que esta clasificación sea definitiva:

• Centros de acogida inmediata (0 – 6 meses, mientras que se determina que recurso interponer)
• Centros residenciales (hasta los 18 años, en el se trabajan una serie de medidas o programas, para facilitar la posterior independencia del menor)
• Viviendas tuteladas (ejemplo de una de las medidas que se ofertan después de estar en un centro residencial)
• Centros residenciales de protección para menores con trastornos de conducta

Además podemos distinguir entre centros de protección y centros de reforma. Los centros de protección hacen referencia a aquellos menores que por situaciones de maltrato, abandono o negligencia son retirados del entorno. En cambio los centros de reforma están destinados a aquellos menores que han cometido un delito y no tienen edad para ingresar en la cárcel; el grado del delito cometido determinará la edad de entrada al centro.

La trabajadora social, nos comenta que su trabajo se encuentra muy limitado, pues depende de una rutina muy estricta a la que son sometidos los niños, aunque intenta diariamente, realizar alguna actividad que rebaje el nivel de estrés que sufren tanto los niños como los profesionales que trabajan con ella. Los profesionales son los responsables de que el menor modifique sus conductas, con lo que depende de ellos que estos cambien su forma de actuar, así pues es necesario que el poco tiempo del que dispongan ideen cosas nuevas, llamativas que atraigan la atención de los menores y les ayude a transformar aquellos aspectos que no deberían tener. Esta profesional que se sitúa en el CAI (centro de acogida inmediata), trabaja mucho el apego paterno filial, ya que es un perfil que el niño debe reconocer y aceptar a pesar de que su entorno familiar no haya sido el más adecuado, es necesario trabajar una serie de valores que serán esenciales en su día a día, aunque sea de forma inconsciente.

Por lo que nos ha comentado, el trabajo de un educador social se reduce, en centros de este tipo, a cumplir las tareas básicas que se realizan en un hogar además de tener que educarles, incorporar nuevas formas de actuar a través de un aprendizaje activo, dinámico…

Poveda, es una comunidad terapéutica de drogrodependientes, en ella también he podido observar como los educadores que se encuentran en dicha comunidad son los encargados de realizar el trabajo más importante, tanto el de tareas domesticas como el de educar a las personas que se encuentra en esta para además de dejar la adicción que tengan, modificar aquellos aspectos que les han inclinado, les han empujado a consumir “x” tipo de droga.

Con lo que considero que la figura del educador está poco valorada, pues no estamos para realizar las tareas propias de un hogar, sino para intervenir en una realidad compleja que requiere una mejora, así como ayudar a las personas (con dificultades sociales o en riesgo de exclusión) que forman parte de esta. Siendo por tanto la motivación y observar como nuestro alrededor mejora, las fuentes para continuar con realizando esta profesión.

jueves, 20 de enero de 2011

¿Dónde dormimos hoy?


En España hay muchas personas que viven día a día la “ausencia de hogar”, porque no tienen acceso a una vivienda digna, porque la vivienda que tienen no se puede considerar como tal, o porque dependen de centros de acogida, públicos o privados, para poder dormir, alimentarse, asearse, formarse u ocuparse laboralmente, y porque finalmente los “últimos de los últimos” viven en la calle sin techo y sin hogar.

El curso pasado, decidimos hace un proyecto de investigación abordando la problemática del aumento de personas que se han quedado sin hogar debido a la crisis económica actual. Para ello nos basamos en un estudio realizado por el INE a los centros dedicados a acoger a las personas sin hogar; entre otras variables, analizamos si se había dado un aumento de las ayudas, los recursos y las prestaciones en el año 2008 (en comparación con el 2006) para comprobar si la crisis económica ha supuesto un cambio en la atención a estas personas, por parte de dichos centros. Creyendo que este problema de los “sin techo” supone un grave problema social que puede conllevar un ascenso en la franja de desigualdad y exclusión social.

Una vez analizados los datos proporcionados por el INE, concluimos que todos estos datos que hacen referencia a la situación de las Comunidades Autónomas, y que en el año 2008 ha aumentado el número de centros en todas las Comunidades Autónomas Españolas, y los servicios que más se han prestado han sido los de información y acogida, restauración, alojamiento y orientación sin distinción entre comunidades.

Siendo interesante destacar que en la mayor parte de los centros existentes en las Comunidades Autónomas Españolas, no existe un servicio de seguridad, dándose unas diferencias muy destacables entre este número de centros que no posee el servicio y los que sí lo poseen. Por último con respecto a la financiación por Comunidades Autónomas, sigue proviniendo mayoritariamente de la administración pública.

Aun así, existe una red que es insuficiente, que está mal dotada, y que cubre mayoritariamente aspectos mínimos de subsistencia (alojamiento nocturno, sin camas de enfermería, etc.) y sin contemplar otras necesidades humanas, pero poco a poco se es más consciente de este colectivo y de su situación, pues los datos demuestran que se está llevando a cabo una inversión mayor por parte del estado, a pesar de que estos sigan siendo invisibles para los ojos de la sociedad debido a la normalización que se hace de su situación, con lo que sería necesario hacer más partícipe a la sociedad de cómo se encuentran a través de campañas formativas. Hay que implicar al resto de personas.

viernes, 14 de enero de 2011

Intervención


La clase de hoy la hemos divido en tres bloques, el primero ha sido una introducción, la segunda parte trataremos los modelos de intervención y la última parte ha estado dedicada a la forma más adecuada de exponer en público.

La primera parte ha estado dedicada a felicitar el trabajo que estamos llevando a cabo, tanto por la cantidad como por la calidad de estos. Nos informa sobre el proceso de evaluación que se llevará a cabo, este constará de una nota orientativa acerca de las entradas subidas al blog, por ello ha recalcado la necesidad de subir entradas con contenido, fundamentadas, reflexionadas, pues son estas las que van a dar vida a nuestra nota. Teniendo como una fecha “límite”, pero siempre orientativa, para subir las lecturas y entradas correspondientes a este cuatrimestre, el día del examen, que aún está por determinar, pero se nos ha advertido, que se pueden subir después, pues se seguirá evaluando el blog, este no quedará cerrado, es una evaluación continua.

Esta será la última clase antes de las exposiciones, que comenzaran la semana que viene por ello la tercera parte de esta clase está dedicada a cómo se debe exponer en público. Decir, que las exposiciones han de ser subidas como entradas al blog, pero no el contenido de las mismas, sino el tema que se ha tratado en ellas, qué hemos aprendido o si nos ha hecho reflexionar, buscar más información sobre la temática para hablar con más fundamento, etc.
La segunda parte, tratamos los modelos de intervención, los cuales podemos decir que funcionaran o no dependiendo de la conceptualización que hagamos de la persona, de su conducta, tenemos que tener en cuenta siempre a la persona y adaptar los modelos a esta, no ponerlos en marcha sin tener en cuenta las características personales de esta.

Las claves que se nos proporciona para que los procesos de intervención se efectúen de forma adecuada son las siguientes: conocer las distintas técnicas de intervención, ser un buen profesional (formación, experiencia…), ser conscientes de la naturaleza de las relaciones entre profesionales e individuos, en qué grado prestamos atención a los factores económicos y sociales, y por último, la intensidad y duración de los programas, teniendo en cuenta que estos no se consideran efectivos por su duración, sino por las medidas que planteen.

Existen muchos factores que generan y mantienen la desadaptación, factores que pueden traspasar las fronteras. Las habilidades cuyo déficit mantienen las causas de desadaptación, es decir, las habilidades que si no se llevan a cabo o se trabajan ayudan a seguir en un circulo sin salida son: el autocontrol (es necesario que esté nivelado), el estilo cognitivo (esencial tener una concepción correcta de la situación), locus de control, percepción social (según se percibe la sociedad en la que se vive, así se desarrollará el proceso) y empatía (esencial, es fundamental tenerla y si no es así trabajarla). Las habilidades que en este caso son necesarias para la resolución del problema son, tener conciencia del problema, general pensamientos, alternativas fines, pues las personas desadaptadas suelen pensar que los medios justifican a los fines, con lo que no piensan que existen alternativas que pueden cambiar los fines aún teniendo los mismos medios.

También es fundamental tener un pensamiento consecuente, tenemos que luchar porque nuestras metas se cumplan, para que la causalidad tenga su efecto, y aunque no siempre consigamos lo que queremos es necesario que sepamos remontar y seguir adelante.

Existen además una serie de factores educativos para reducir la desadaptación social, los más importantes son, cambiar las actitudes sociales, reducir las amistades o relaciones antisociales, pues romper el círculo la red social es esencial, la supervisión familiar hacia el miembro conflictivo, promover habilidades prosociales y cambiar circunstancias que se presentan unidas a la conducta conflictiva; aunque existen otros factores que se suman y que son fundamentales tenerlos en cuenta como, promover el afecto y la comunicación, proporcionar vínculos sanos, valorar los resultados de las conductas (hecho esencial que no se lleva a cabo de forma usual) y reconocimiento de situaciones y consecuencias.

La sociedad en la que vivimos actualmente es muy compleja. Hoy en día la hiperactividad es un síntoma que sufre 8 de cada 25 niños, conducta cada vez mas normalizada en la sociedad. La hiperactividad es percibida sobre todo por la incapacidad del niño para conseguir una conducta cautiva, Podemos decir uno de los factores que hacen que este problema se haya agudizado es que los niños no gastan la energía que deben, estos se han vuelto pasivos a la hora de hacer actividades, con lo que descargan su energía como no deben. Por ello, son tratados como diferentes, pero en vez de trabajar con ellos desde el plano educativo, se les medica, se les suaviza sus comportamientos, con lo que el problema no hace más que agravarse porque sigue sin tener la conducta cautiva, pues les seguirá costando igual o incluso más atender.

Todo esto, es consecuencia de una situación especifica que les hace ser víctimas de un proceso; proceso, que está marcado en muchísimas ocasiones por la desinformación, pues por culpa de esta carencia, no se solucionan algunas casos a tiempo, y esto hace que la bola engorde, que el conflicto sea superior. El desconocimiento es un elemento clave en muchos de los procesos de desadaptación de una persona.

La clase tiene bastantes inquietudes a la hora de cómo actuar en un futuro profesional, el consejo que se nos proporciona es, conocimiento, formación y preguntar por todo aquello que no sepamos realizar. Siempre es necesario conocer el contexto de cada caso, de cada situación, pues cada uno tiene distintos protocolos según el entorno.

Como he comentado en entradas anteriores, la individualidad es un problema muy importante en la sociedad actual, las personas sólo se dedican a ellas mismas, sin pensar en los demás ni en las consecuencias que tiene esto.

Por último, la tercera parte de la clase, como hemos adelantado antes, es conocer cómo hay que realizar una exposición en público. Primero exponemos a través de una lluvia de ideas aquellos aspectos que tememos a la hora de exponer, para posteriormente conocer cómo debemos hacerlo adecuadamente utilizando la voluntariedad de algunos compañeros que se prestan a ser un ejemplo de aquello que debemos y no debemos hacer.

Me ha parecido una clase muy interesante e intensa, sinceramente pienso que debería haber sido más pausada para poder reflexionar con más tranquilidad sobre las cosas que hemos comentando en la misma. La ultima parte ha sido muy útil, al menos para mí, pues tengo un poco de miedo a la exposición, pero todo será cuestión de trabajarlo y tratarlo como un tema interesante que debo hacer ameno a mis compañeros para que se involucren y les resulte igual de importante e interesante que a mí, aunque sé que me va a costar todo es cuestión de trabajar y estar segura sobre aquello que voy a contar al resto de la clase.