lunes, 9 de mayo de 2011

Aulas Hospitalarias.

La exposición de hoy ha estado dirigida al conocimiento de las aulas hospitalarias, se trata de un recurso llevado a cabo por la Consejería de Educación para la atención de los escolares ingresados en los centros sanitarios de la red de hospitales del Servicio Andaluz de Salud.
Antes de adentrarnos en esta medida, debemos conocer que se entiende tanto por infancia como por salud y enfermedad.

La infancia, según la Convención de los Derechos del Niño, es todo ser humano con menos de 18 años salvo que el menor haya alcanzado la mayoría de edad anticipada por ley, por tanto no es hasta 1959, cuando existe un compromiso por definir y proteger la infancia.

Por salud entendemos el estado completo de bienestar, no se trata de tener una enfermedad (consecuencia de una afección o alteración del estado de salud; está ocasionado por factores extrínsecos o intrínsecos), la salud hace referencia al nivel máximo de eficiencia física, psíquica y social que podemos alcanzar, por tanto depende de diversos factores.

Las personas que padecen una enfermedad necesitan un tratamiento y en función de cómo se realice puede vulnerar los derechos humanos, por ello es necesario que quede constancia de cuáles son los derechos que tienen las personas, en este caso, los menores en un hospital. Para ello se lleva a cabo una dinámica a través de la cual se reparten tarjetas con una serie de números, estos se corresponden con el número de habitaciones que tiene el hospital que han diseñado, y tras ellas se encuentra cada uno de los derechos que tienen estos menores.

Los derechos humanos de los menores quedan recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1949), de forma específica encontramos apartados referidos a la protección del menor, el desarrollo del menor y las necesidades infantiles; aunque, hasta la Convención de los Derechos de la Infancia (primer instrumento internacional jurídicamente vinculante), no se definen los derechos humanos básicos que tienen los menores.

Si atendemos al ámbito andaluz, contamos con el Plan Integral de Atención a la Infancia de Andalucía (2003-2007), éste concreta un conjunto de actuaciones a desarrollar por las distintas Administraciones Públicas de Andalucía, que tienen como fin común el efectivo ejercicio de los derechos de los menores, especialmente de aquéllos que por sus circunstancias personales y sociales presentan mayores necesidades. Los objetivos generales a señalar son los siguientes:
• Garantizar que los menores de la Comunidad Autónoma de Andalucía gocen de todos los derechos y libertades que tienen reconocidos por la Constitución, la Convención de los Derechos del Niño y demás acuerdos internacionales ratificados por España, así como por el resto del ordenamiento jurídico.
• Promover el desarrollo armónico del menor en su núcleo familiar.
• Lograr el acceso de todos los niños y niñas a los sistemas educativos, culturales y recreativos, estableciendo niveles de mayor calidad, medidas compensatorias para paliar las desigualdades, respondiendo a la diversidad e instaurando cauces de participación y corresponsabilidad.
• Garantizar la protección de aquellos menores que carezcan de familia, o que la situación de la misma les genere una situación de desprotección, ofreciéndoles una atención integral.
• Profundizar en el conocimiento de la realidad y necesidades de la infancia y adolescencia, y en la optimización de los recursos para lograr mayores cuotas de bienestar.

El entorno de un menor con algún tipo de enfermedad padece una serie de repercusiones, ya que este caso supone un gran impacto psicológico, físico, laboral y social; por ello, es necesario un tipo de intervención que cuente con tres líneas: lúdica, educativa e informativa.

Para desarrollar esta intervención las Consejerías de Educación y de Salud mantienen vigente desde 1.988 un convenio de cooperación para la creación de aulas hospitalarias en los centros sanitarios de la Comunidad Autónoma de Andalucía, además, se utilizan las ciberaulas como un servicio complementario, aunque al no estar reconocida por la ley no tiene el mismo impacto y no se tiene una concepción de estas positiva por cierta parte del personal que trabaja en los hospitales. Ambos servicios se realizan en horarios distintos, el aula hospitalaria por la mañana y el ciberaula por la tarde.

La ciberaula, es un programa que desarrolla la obra social de la Caixa, quieren ser una respuesta a esta situación. Son espacios donde los niños y niñas hospitalizados pueden acudir durante unas horas al día, seguir su programa de estudios y relacionarse con otras personas. Y al mismo tiempo, mantener una ventana abierta al mundo a través de las tecnologías de la comunicación.

Este grupo, ha expuesto la aplicación práctica a través de un video. En él realizaban distintos roles playing para que pudiésemos conocer cómo funciona una ciberaula, estas se organizan de la siguiente forma:
• Espacio de familia: Donde las familias pueden disfrutar de un tiempo de descanso, compartir experiencias con otros padres y madres, y participar en las actividades que propone la ciberaula, entre las que figuran tertulias, lectura, informática o conferencias y debates.
• Espacio infantil: Es una zona equipada con mobiliario y recursos específicos para los más pequeños, con el objetivo de hacerles más agradable su estancia en el hospital. En este espacio los niños y las niñas tienen a su alcance materiales pedagógicos, programas educativos y actividades organizadas.
• Espacio de informática: A partir del cual las tecnologías de la información y la comunicación ofrecen múltiples posibilidades. Desde este área los niños, jóvenes y familias pueden relacionarse a través de recursos como ordenadores de sobremesa y portátiles –todos con conexión a Internet y correo electrónico–impresoras y escáneres.
• Espacio de lectura y audiovisuales: Los recursos que configuran este espacio y que están al alcance de todo el mundo que acceda a la ciberaula son libros, periódicos, revistas, equipos de música y audiovisuales.


Desarrollan actividades específicas de ocio y formación para las ciberaulas, estas pueden ser directamente realizadas por los usuarios, o bien con la ayuda de personas voluntarias, ya que son el único personal con el que cuentan estos servicios (no mantienen relaciones con otros profesionales), además no reciben ninguna información previa.
El internamiento prolongado de los niños y niñas en edad escolar no sólo ocasiona la interrupción del ritmo de su escolarización sino que influye en su desarrollo emocional, afectándole en sus relaciones psico-sociales y psico-afectivas, al ser la hospitalización siempre un hecho traumático y agresivo que produce en el escolar un alto grado de inseguridad, es necesario este tipo de servicios, además pueden llevarse a cabo las actividades en las habitaciones de los menores, siempre que exista una autorización por parte del médico.

La pedagogía hospitalaria es una parte de la pedagogía cuyo objetivo de estudio, investigación y dedicación es el individuo hospitalizado, con el objetivo de que continúe con su aprendizaje cultural y formativo, y además sea capaz de hacer frente a su enfermedad, haciendo hincapié en el cuidado personal y en la prevención. Es una educación complementaria a la acción médica, recreativa y recreadora.

Es un servicio en el que el educador social tampoco se contempla, aunque los voluntarios o algún personal del ámbito educativo (magisterio o pedagogo) realicen una serie de funciones más propias del educador social o del trabajador social.

Las conclusiones que el grupo ha aportado son, la necesidad de continuar con el proceso educativo del menor; integrar la ausente figura del educador social y sus funciones (suplidas por otros profesionales); mejorar los espacios de las aulas ya que están muy limitados y tienen los mismos recursos, están muy limitados; existe una buena coordinación familia-profesores del hospital-centro educativo, este aspecto es esencial para el bienestar del menor; además, cubre necesidades educativas, afectivas, sociales…

Me ha parecido un tema muy interesante y necesario, pues como la mayor parte de los temas relacionados con salud son ignorados a lo largo de la carrera, estas clases nos están sirviendo de gran ayuda para conocer otro ámbito en el que poder actuar. Además, considero que es necesario impulsar más este tipo de aulas, ofrecer un mayor conocimiento al resto de la sociedad de la labor que se realiza en estas aulas así como procurar la normalización de las mismas, en sí crear un mayor impacto.

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