Comenzamos la sesión con un video a cerca de un violinista en el metro, este a pesar de sus esfuerzos que realiza para que la gente que transita por allí muestre alguna señal de que saben que se encuentra allí, solo 27 personas (de más de 1070) lo hacen. Esta persona es un prestigioso violinista, de los más virtuosos del mundo, pero ese día en el metro casi nadie le prestó atención.
Es una gran metáfora relacionada con lo que sucede día a día, no sólo con las personas sin hogar, sino con cualquiera; nos topamos con personas de valor a las cuales ni si quiera miramos.
A continuación realizamos una dinámica en la que tenemos que poner los prejuicios que la sociedad o nosotros mismos tenemos acerca de este colectivo, con el fin de ir desmintiéndolos a lo largo de la sesión o explicando porque se piensa tal cosa. Encontramos prejuicios como los siguientes: poco higiénicos, drogodependientes, enfermos mentales, vagos, son mayores, reciben muchas ayudas…
Existen una serie de términos con los cuales se asocia el concepto de PSH (persona sin hogar), por ejemplo indigente (persona que carece de recursos; terminan en esta situación al vivir más de 8 sucesos traumáticos), vagabundo (persona que no tienen rumbo; por lo general las personas sin hogar se encuentran en un entorno limitado), mendigo (persona que pide a cambio de nada; sólo del 10 al 15% ejercen la mendicidad), sin techo (persona que duerme en la intemperie; debido a la ruptura de las relaciones sociales, laborales…), etc. No existe un consenso a la hora de definir PSH, así pues la definen como una persona que debido a distintos factores sufre la ruptura de una serie de factores (sociales, laborales, familiares…), lo que les conduce a vivir en la calle.
No existe una normativa o legislación que haga referencia explícita a estas personas. A nivel internacional a través de la Declaración de los Derechos Humanos y de la Carta Europea, podemos destacar una serie de derechos que pueden relacionarse con este colectivo como: el derecho a una vivienda, al trabajo, a la elección del mismo y a la protección por desempleo. A nivel nacional encontramos la Constitución Española (la cual determina una serie de derechos similares a la legislación internacional) y el Plan Concertado, este propone una serie de programas y consta de equipamientos destinados a la integración social.
En cuanto al perfil de este colectivo podemos diferenciarlo en dos, un perfil tradicional (hombres mayores de 65 años, soltero, sin apoyo familiar, con problemas de alcoholismo, tienen un nivel social bajo así como la formación que han recibido), y otro más actual, este responde a hombres adultos separados o divorciados, jóvenes con problemas familiares, hombres y mujeres con problemas de drogodependencia o que han sido drogodependientes, aumenta el porcentaje de mujeres que han sufrido malos tratos o están separadas o divorciadas, enfermos mentales e inmigrantes.
Debido a la heterogeneidad del mismo, podemos distinguir tres tipos de PSH:
Es una gran metáfora relacionada con lo que sucede día a día, no sólo con las personas sin hogar, sino con cualquiera; nos topamos con personas de valor a las cuales ni si quiera miramos.
A continuación realizamos una dinámica en la que tenemos que poner los prejuicios que la sociedad o nosotros mismos tenemos acerca de este colectivo, con el fin de ir desmintiéndolos a lo largo de la sesión o explicando porque se piensa tal cosa. Encontramos prejuicios como los siguientes: poco higiénicos, drogodependientes, enfermos mentales, vagos, son mayores, reciben muchas ayudas…
Existen una serie de términos con los cuales se asocia el concepto de PSH (persona sin hogar), por ejemplo indigente (persona que carece de recursos; terminan en esta situación al vivir más de 8 sucesos traumáticos), vagabundo (persona que no tienen rumbo; por lo general las personas sin hogar se encuentran en un entorno limitado), mendigo (persona que pide a cambio de nada; sólo del 10 al 15% ejercen la mendicidad), sin techo (persona que duerme en la intemperie; debido a la ruptura de las relaciones sociales, laborales…), etc. No existe un consenso a la hora de definir PSH, así pues la definen como una persona que debido a distintos factores sufre la ruptura de una serie de factores (sociales, laborales, familiares…), lo que les conduce a vivir en la calle.
No existe una normativa o legislación que haga referencia explícita a estas personas. A nivel internacional a través de la Declaración de los Derechos Humanos y de la Carta Europea, podemos destacar una serie de derechos que pueden relacionarse con este colectivo como: el derecho a una vivienda, al trabajo, a la elección del mismo y a la protección por desempleo. A nivel nacional encontramos la Constitución Española (la cual determina una serie de derechos similares a la legislación internacional) y el Plan Concertado, este propone una serie de programas y consta de equipamientos destinados a la integración social.
En cuanto al perfil de este colectivo podemos diferenciarlo en dos, un perfil tradicional (hombres mayores de 65 años, soltero, sin apoyo familiar, con problemas de alcoholismo, tienen un nivel social bajo así como la formación que han recibido), y otro más actual, este responde a hombres adultos separados o divorciados, jóvenes con problemas familiares, hombres y mujeres con problemas de drogodependencia o que han sido drogodependientes, aumenta el porcentaje de mujeres que han sufrido malos tratos o están separadas o divorciadas, enfermos mentales e inmigrantes.
Debido a la heterogeneidad del mismo, podemos distinguir tres tipos de PSH:
- Incipiente: personas que no superan los 6 meses viviendo en un lugar distinto del habitual. Tienen escasos recursos. Acuden esporádicamente a los servicios de acogida.
- Habitual: personas que superan los 6 meses viviendo en un lugar distinto del habitual. Utilizan habitualmente los servicios de acogida. Tienen dificultad para afrontar la situación y salir de ella.
- Crónico: personas que llevan bastantes años sin residir en el lugar en el que vivían de forma habitual. Sufren un gran deterioro físico y psicológico. No utilizan los servicios de acogida bien porque los han agotado o porque no quieren optar por ellos. No afrontan su situación por sí mismos.
A continuación realizamos una dinámica, denominada Jenga, esta consiste en citar algunas situaciones (reales) que cualquier persona puede padecer, cada una de estas situaciones corresponden a una pieza de una torre que simboliza los pilares que definen a una persona. Por cada hecho traumático, que se diga, se debe quitar un pilar (pieza) de la persona y recolarlo donde queramos, hasta el punto en el que la persona se autodestruye, la torre se cae. En la realización de la dinámica tuvimos bastante cuidado para que la torre no se cayera, lo hicimos con cuidado, pero hemos de tener en cuenta que en la vida nos suceden cosas para las cuales no estamos preparados y estas no tienen cuidado con nosotros. Estos hechos están relacionados con la ruptura de lazos familiares, sociales, laborales, provocando el deterioro de estos factores la situación en la que se encuentran.
Además apuntar que no es necesario que seden 8 sucesos traumáticos para que pueda desembocar en esta situación, depende de la persona y de la gravedad de los sucesos.
La problemática de este colectivo se divide en varios puntos, los cuales están ligados, provocando la falta de uno la imposibilidad de realizar otro:
- No tienen vivienda o la tienen en condiciones de inhabitabilidad.
- No tienen empleo.
- Escasos ingresos económicos.
- Baja autoestima (lo que puede conducir a la distimia).
- Enfermedad mental.
- Victima de los prejuicios.
- Alcoholismo u otras adicciones.
- Escasez de recursos y dificultad en el acceso.
- Robos, vejaciones y agresiones.
Tradicionalmente este colectivo nos ha provocado temor, pero podemos comprobar con todo lo analizado como los que están en peligro son ellos.
El video de “Historias Invisibles”, realizado por la asociación Solidarios de Sevilla, muestra las testimonios de PSH, en las cuales no entramos nosotros, pues observamos como la sociedad no les mira, no les tiene en cuenta, los trata como un mobiliario urbano más. Tenemos que concienciar a la sociedad para que cambie esta actitud, y una vez modificada la mirada que tenemos ante estas personas la situación quizás pueda ir a mejor.
En cuanto a la aplicación práctica, la han realizado en el Centro Amigo, por el ser el único que realiza una intervención integral. Pero antes mencionar que destacan los recursos asistenciales (los cuales cubren necesidades básicas), la mayor parte de estos son privados (solo un 1/3 son públicos), estos además no tienen en cuenta el perfil actual de las PSH, también faltan profesionales cualificados, ya que la mayoría son voluntarios. Los recursos que existen son los albergues, los comedores, los COIS (centro de orientación e información social), centro de baja exigencia (es el único recurso en el que pueden entrar personas con adicciones, tan solo tiene 20 plazas y por supuesto es rotatorio, como todos), unidad móvil (proporciona información y atención específica en la calle) y pisos tutelados (para la reinserción laboral, actualmente no existe ninguno en Sevilla, ya que se ha destinado a otro colectivo).
En cuanto al Centro Amigo, pertenece a Caritas, además es un centro de día. Para acceder al mismo, es necesario tener un perfil de exclusión social grave, un perfil específico (llevar más de 10 o 15 años en la calle, sin vivienda o tenerla en condiciones de inhabitabilidad, con adicciones, con enfermedad mental, sin recursos, sin relaciones sociales, sin habilidades sociales, con enfermedades infectocontagiosas o con problemas judiciales; no tienen porqué darse todos estos factores).
Los usuarios pueden llegar derivados de las parroquias, de otras identidades, del centro de salud o por iniciativa propia. Para confirmar su estancia en el centro, primer tienen una cita con la trabajadora social, después ésta realiza un diagnóstico de su situación así como una valoración médica y psicológica, si se considera que es grave se realiza un diagnóstico durante un mes, con una revisión mensual a través del establecimiento de objetivos interdisciplinares, después se da el alta y se deriva a FAES, inserción laboral o a una Comunidad Terapéutica (básicamente los preparan para ser atendidos en otros servicios). Si no se considera grave se deriva a otros centros.
Se trabaja desde el área educativa, social, psicológica, jurídica y médica. De forma específica el área educativa trabaja desde el proceso (seguimiento individualizado, llevado a cabo por dos educadores sociales), y desde la ocupación (trabajan en grupo y para el grupo; 5 educadores sociales llevan a cabo el seguimiento de los servicios, trabajando un área grupal, cognitiva y de ocio y tiempo libre).
Como conclusión aclarar que es el colectivo más excluido de todos los tratados con anterioridad, además sufre abandono por las instituciones. Existe una falta de investigación y profesionales en el ámbito, así como dificultad de acceso a los recursos, por ello es necesario ampliar el acceso, plazas y servicios de los recursos. También hay que cubrir los nuevos perfiles, siempre desde una intervención integral y haciendo especial hincapié en los aspectos educativos.
Para finalizar la exposición han realizado un video parodiando el programa CQC, denominándolo “Consigue Que Cambien”, a través de este hemos podido conocer lo que opina la sociedad acerca de las PSH, y productos como la Barbie Homeless o el videojuego Mendigame. Hemos podido observar como la mayoría desconoce la situación de estas personas, y se ha de empezar por ello, por concienciar para que la sociedad esté motivada y tenga ilusión por cambiar la situación de estas personas, mejorando también las suyas.
- Habitual: personas que superan los 6 meses viviendo en un lugar distinto del habitual. Utilizan habitualmente los servicios de acogida. Tienen dificultad para afrontar la situación y salir de ella.
- Crónico: personas que llevan bastantes años sin residir en el lugar en el que vivían de forma habitual. Sufren un gran deterioro físico y psicológico. No utilizan los servicios de acogida bien porque los han agotado o porque no quieren optar por ellos. No afrontan su situación por sí mismos.
A continuación realizamos una dinámica, denominada Jenga, esta consiste en citar algunas situaciones (reales) que cualquier persona puede padecer, cada una de estas situaciones corresponden a una pieza de una torre que simboliza los pilares que definen a una persona. Por cada hecho traumático, que se diga, se debe quitar un pilar (pieza) de la persona y recolarlo donde queramos, hasta el punto en el que la persona se autodestruye, la torre se cae. En la realización de la dinámica tuvimos bastante cuidado para que la torre no se cayera, lo hicimos con cuidado, pero hemos de tener en cuenta que en la vida nos suceden cosas para las cuales no estamos preparados y estas no tienen cuidado con nosotros. Estos hechos están relacionados con la ruptura de lazos familiares, sociales, laborales, provocando el deterioro de estos factores la situación en la que se encuentran.
Además apuntar que no es necesario que seden 8 sucesos traumáticos para que pueda desembocar en esta situación, depende de la persona y de la gravedad de los sucesos.
La problemática de este colectivo se divide en varios puntos, los cuales están ligados, provocando la falta de uno la imposibilidad de realizar otro:
- No tienen vivienda o la tienen en condiciones de inhabitabilidad.
- No tienen empleo.
- Escasos ingresos económicos.
- Baja autoestima (lo que puede conducir a la distimia).
- Enfermedad mental.
- Victima de los prejuicios.
- Alcoholismo u otras adicciones.
- Escasez de recursos y dificultad en el acceso.
- Robos, vejaciones y agresiones.
Tradicionalmente este colectivo nos ha provocado temor, pero podemos comprobar con todo lo analizado como los que están en peligro son ellos.
El video de “Historias Invisibles”, realizado por la asociación Solidarios de Sevilla, muestra las testimonios de PSH, en las cuales no entramos nosotros, pues observamos como la sociedad no les mira, no les tiene en cuenta, los trata como un mobiliario urbano más. Tenemos que concienciar a la sociedad para que cambie esta actitud, y una vez modificada la mirada que tenemos ante estas personas la situación quizás pueda ir a mejor.
En cuanto a la aplicación práctica, la han realizado en el Centro Amigo, por el ser el único que realiza una intervención integral. Pero antes mencionar que destacan los recursos asistenciales (los cuales cubren necesidades básicas), la mayor parte de estos son privados (solo un 1/3 son públicos), estos además no tienen en cuenta el perfil actual de las PSH, también faltan profesionales cualificados, ya que la mayoría son voluntarios. Los recursos que existen son los albergues, los comedores, los COIS (centro de orientación e información social), centro de baja exigencia (es el único recurso en el que pueden entrar personas con adicciones, tan solo tiene 20 plazas y por supuesto es rotatorio, como todos), unidad móvil (proporciona información y atención específica en la calle) y pisos tutelados (para la reinserción laboral, actualmente no existe ninguno en Sevilla, ya que se ha destinado a otro colectivo).
En cuanto al Centro Amigo, pertenece a Caritas, además es un centro de día. Para acceder al mismo, es necesario tener un perfil de exclusión social grave, un perfil específico (llevar más de 10 o 15 años en la calle, sin vivienda o tenerla en condiciones de inhabitabilidad, con adicciones, con enfermedad mental, sin recursos, sin relaciones sociales, sin habilidades sociales, con enfermedades infectocontagiosas o con problemas judiciales; no tienen porqué darse todos estos factores).
Los usuarios pueden llegar derivados de las parroquias, de otras identidades, del centro de salud o por iniciativa propia. Para confirmar su estancia en el centro, primer tienen una cita con la trabajadora social, después ésta realiza un diagnóstico de su situación así como una valoración médica y psicológica, si se considera que es grave se realiza un diagnóstico durante un mes, con una revisión mensual a través del establecimiento de objetivos interdisciplinares, después se da el alta y se deriva a FAES, inserción laboral o a una Comunidad Terapéutica (básicamente los preparan para ser atendidos en otros servicios). Si no se considera grave se deriva a otros centros.
Se trabaja desde el área educativa, social, psicológica, jurídica y médica. De forma específica el área educativa trabaja desde el proceso (seguimiento individualizado, llevado a cabo por dos educadores sociales), y desde la ocupación (trabajan en grupo y para el grupo; 5 educadores sociales llevan a cabo el seguimiento de los servicios, trabajando un área grupal, cognitiva y de ocio y tiempo libre).
Como conclusión aclarar que es el colectivo más excluido de todos los tratados con anterioridad, además sufre abandono por las instituciones. Existe una falta de investigación y profesionales en el ámbito, así como dificultad de acceso a los recursos, por ello es necesario ampliar el acceso, plazas y servicios de los recursos. También hay que cubrir los nuevos perfiles, siempre desde una intervención integral y haciendo especial hincapié en los aspectos educativos.
Para finalizar la exposición han realizado un video parodiando el programa CQC, denominándolo “Consigue Que Cambien”, a través de este hemos podido conocer lo que opina la sociedad acerca de las PSH, y productos como la Barbie Homeless o el videojuego Mendigame. Hemos podido observar como la mayoría desconoce la situación de estas personas, y se ha de empezar por ello, por concienciar para que la sociedad esté motivada y tenga ilusión por cambiar la situación de estas personas, mejorando también las suyas.